Un día, Jeffrey Longo, un residente de Florida, se tropezó con una pequeña criatura mientras caminaba por su ciudad natal. El animalito yacía inmóvil en el pavimento, respirando con dificultad. Al examinarlo más de cerca, Jeffrey descubrió que no era más grande que su dedo índice.
Preocupado por el bienestar de la pequeña criatura, Jeffrey se dio cuenta rápidamente de que necesitaba atención urgente para sobrevivir. Sin estar seguro a qué especie pertenecía al principio, Jeffrey tomó una foto y buscó ayuda en línea. Con la ayuda de los usuarios de internet, identificó a la cría como una ardilla voladora, probablemente recién nacida.
Tomando el papel de cuidador, Jeffrey amamantó diligentemente a la ardilla, a quien llamó cariñosamente Cookie, hasta que se recuperó. Durante los primeros meses, Cookie permaneció cerca de Jeffrey, acurrucada en el bolsillo de su pecho. A medida que crecía, Cookie comenzó a explorar su entorno e incluso formó lazos con las otras mascotas de Jeffrey, dos perros, quienes la dieron la bienvenida a su manada.
A pesar de que inicialmente tenía la intención de liberar a Cookie a la naturaleza una vez que estuviera lo suficientemente madura, Jeffrey se enteró por los veterinarios que tendría dificultades para sobrevivir por sí sola. En cambio, decidió proporcionarle un hogar lleno de amor a Cookie, quien ahora vive cómodamente bajo su cuidado.
El gesto compasivo de Jeffrey hacia Cookie no solo le ha salvado la vida, sino que también ha enriquecido la suya propia, ya que se ha convertido en una parte integral de su hogar.