La trayectoria de Linda Evangelista hacia el estrellato de la moda fue rápida y decisiva. Dotada de una belleza innata, estaba destinada a engalanar las pasarelas más ilustres del mundo. A la tierna edad de 15 años, ganó un concurso de belleza y firmó un contrato con la prestigiosa agencia de modelos “Elite”.
Reconocida por su comportamiento tranquilo y su espíritu audaz, Evangelista cautivó a fotógrafos y diseñadores por igual con su habilidad para transformarse en personajes diversos y encarnar sin esfuerzo incluso las tendencias más vanguardistas.
Indiscutiblemente ligada a la era “dorada” de las modelos de los 90, Evangelista se convirtió en una de las luminarias de pasarela más codiciadas de las estimadas “cinco grandes” de la época. Sus contribuciones a la industria parecían tan indomables que su ausencia dejó un vacío palpable, sin la musa de Steven Meisel. Sin embargo, desde 2016, Evangelista se retiró abruptamente del centro de atención, adoptando un estilo de vida solitario que contradecía su personalidad vibrante, y rara vez asistía a eventos de alto perfil.
En 2021, la revista People publicó una extensa entrevista donde Evangelista desnudó su angustia: fue víctima de una cirugía plástica fallida. La criolipólisis, destinada a eliminar los depósitos de grasa, resultó en una complicación rara conocida como hiperplasia adiposa paradójica, que puso en jaque la vida de la supermodelo.
El destino le asestó otro golpe cruel cuando a Evangelista le diagnosticaron cáncer de mama en 2018. Preparada para una batalla formidable, optó por una mastectomía bilateral. Al mismo tiempo, se embarcó en una batalla legal contra el fabricante de CoolSculpting. Aunque se resolvió en 2022, Evangelista enfrentó otro revés cuando el cáncer reapareció, lo que requirió una nueva ronda de quimioterapia. Acercándose a su cumpleaños número 59 el 10 de mayo, Evangelista desafió las probabilidades, trascendiendo la desesperación para reconstruir su vida nuevamente.
Con arduos esfuerzos, aprendió a abrazar y presentar su yo transformado. Inicialmente, confiando en sesiones de fotos muy retocadas y una meticulosa selección de ángulos, Evangelista gradualmente recuperó su identidad. Hoy, adorna eventos sociales y publicaciones con mayor frecuencia, optando por telas fluidas y tonos tenues para complementar su característico corte bob.
Conocida por su dieta disciplinada, su régimen de ejercicios riguroso con un entrenador personal y su devoción al yoga, Evangelista irradia brillo con un maquillaje mínimo y un estilo sin esfuerzo, personificando la elegancia atemporal.
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Reconocida por su comportamiento tranquilo y su espíritu audaz, Evangelista cautivó a fotógrafos y diseñadores por igual con su habilidad para transformarse en personajes diversos y encarnar sin esfuerzo incluso las tendencias más vanguardistas.
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