Hoy, el artículo pone en relieve a los gemelos siameses nacidos con órganos compartidos y características esqueléticas, incluyendo un solo hígado, estómago, vejiga y parte de los huesos pélvicos.
En la India, donde las supersticiones y creencias esotéricas tienen considerable influencia, los niños siameses a menudo enfrentan reacciones mixtas de la sociedad. Tristemente, incluso pequeñas desviaciones de la norma pueden llevar al maltrato y discriminación. Tal fue el caso para la familia Zalte, que encontró escepticismo y desdén por parte de vecinos y familiares.
Sin embargo, la madre de Zalte resolvió desde el principio amar y cuidar a sus hijos incondicionalmente, independientemente de sus circunstancias únicas. Para protegerlos de la atención no deseada y el juicio, los padres mantuvieron a los gemelos ocultos de la vista pública durante el primer año de sus vidas. Cuando finalmente salieron, se tomaron precauciones para ocultar su condición.
A pesar de los desafíos planteados por su anatomía compartida, los gemelos mostraron resistencia y alegría desde una edad temprana. Aunque sus personalidades diferían, con uno prefiriendo dormir en diferentes momentos que el otro, eventualmente se adaptaron y armonizaron a medida que crecían.
Después de mucha deliberación entre médicos de renombre en todo el país, se tomó la decisión de proceder con la separación de los gemelos. Con apenas nueve meses de edad, lo que parecía un sueño imposible para sus padres se convirtió en realidad. La operación fue un rotundo éxito, sin complicaciones.
Ahora, con tres años y medio de edad, los niños, llamados Prince y Love, llevan vidas activas, disfrutando del tiempo de juego con otros niños y ajustándose gradualmente a su nueva independencia. Gracias a la experiencia de los profesionales médicos indios, se les ha dado la oportunidad de prosperar y experimentar la vida al máximo, superando los desafíos planteados por sus circunstancias únicas.