El australiano Ethan “ModBoy” Bramble, conocido por su apariencia única y más de 200 tatuajes que cubren su cuerpo, está dando un giro inesperado a su vida. Durante años, Ethan llamó la atención por su devoción a las modificaciones corporales extremas, incluyendo procedimientos como el corte de lengua, la eliminación de su ombligo y estiramientos de orejas desde los 11 años. Sin embargo, lo que alguna vez fue una forma de autoexpresión ha dado paso al arrepentimiento y la reflexión, especialmente desde que se convirtió en padre.
Ethan, quien ha gastado alrededor de 60,000 dólares australianos (aproximadamente 39,000 dólares estadounidenses) en su transformación corporal, está reconsiderando las elecciones que definieron su juventud. Si bien reconoce que los tatuajes fueron una parte importante de su identidad, admite que su percepción ha cambiado con el tiempo. “No sé si lo llamaría arrepentimiento, pero definitivamente me gustaría que la gente me viera de otra manera”, expresó en una entrevista para LadBibleTV.
El cambio más profundo en la vida de Ethan llegó con la paternidad. Llevar a su hija pequeña a la escuela y desempeñar su rol como padre han sido factores clave en su decisión de someterse a tratamientos de láser para eliminar parte de sus tatuajes, especialmente los que cubren su rostro. “La cara es una parte muy visible que puede generar juicios, y no quiero que mi hija tenga que lidiar con eso”, comentó. Entre los aspectos que más lamenta, mencionó haberse apresurado a tatuarse el rostro a una edad temprana.
El proceso de eliminar los tatuajes no ha sido fácil. Ethan describió los procedimientos láser como extremadamente dolorosos y largos. “Llevo casi 12 meses con esto, haciéndolo por secciones, y he pasado por todo mi rostro al menos seis o siete veces“, explicó. A pesar del dolor, afirma que el proceso está ayudando no solo a mejorar su apariencia, sino también a reducir su ansiedad, algo que atribuye en gran parte a la intensidad de los tatuajes faciales.
Aunque Ethan asegura que está satisfecho con cómo luce actualmente, también está contento de saber que su rostro será cada vez más limpio con el tiempo. “Estoy dejando que mi rostro sea un lienzo más limpio para los próximos años”, afirmó. Este cambio no significa que rechace completamente su pasado; más bien, lo ve como una evolución personal y un esfuerzo por ofrecerle a su hija un entorno más cómodo y menos juzgado socialmente.
Ethan también reflexiona sobre las implicaciones sociales de las modificaciones extremas. Aunque considera que los tatuajes y las alteraciones corporales son formas válidas de autoexpresión, reconoce que el impacto puede ser más duradero de lo esperado, afectando aspectos como las oportunidades laborales y las relaciones interpersonales. “Lo que hacemos en la juventud puede perseguirnos más adelante, especialmente cuando tenemos una familia que depende de nosotros”, declaró.
Hoy, Ethan Bramble se posiciona como un ejemplo de cómo las prioridades pueden cambiar drásticamente con la vida adulta y la paternidad. Su historia no solo inspira a reflexionar sobre las decisiones tomadas en el pasado, sino que también subraya el poder del amor por un hijo para motivar una transformación personal profunda.