Ciudad de México
Un conductor de Uber narró la historia que tuvo lugar la mañana del pasado lunes en Colima, cuando tuvo que realizar un viaje que le partió el corazón al grado que lo hizo llorar.
A través de la cuenta (cristian_michell) de Tiktok, el conductor de Uber compartió el video en el que inicia su narración en la que cuenta que aproximadamente a las 10:00 horas llegó a desayunar a una lonchería, pidió un café y una torta, pero se le olvidó apagar la aplicación y entró una alerta, y como no puede rechazar viajes por que la aplicación lo penaliza, pidió los alimentos para llevar.
@cristian_michell La viejita del asilo #storytime #uber #real #cristianmichell ♬ J.S.Bach, Air from Suite No.3 – AllMusicGallery
Platica que al llegar a la ubicación que le marcaba la app para recoger al pasajero, vio a una adulta mayor sentada en la banqueta con cinco bolsas negras, por lo que sólo esperó a que saliera su cliente, pero, se percató de que la señora estaba llorando y se secaba la cara con un mandil que traía puesto. Mientras que de la ventana de la casa de dos pisos, sólo veía que alguien se asomaba pero no salía, hasta que le mandaron un mensaje.
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«Me dice ‘no voy a salir, vas a llevar a una persona que está aquí afuera, anda vestida así y así’, estaba describiendo a la viejita pues, me dice ‘la vas a llevar a la ubicación que te puse’, entonces me bajo y me acerco a donde estaba la viejita sentada, le doy la mano y le digo ‘hola señora, buenos días, la vengo a llevar a donde va’, entonces voltea y me ve y empieza a llorar más», explicó el joven.
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Al ver a la mujer de apróximadamente 80 años, el joven le preguntó que sí se sentía bien, pero ella sólo se secaba las lágrimas con su mandil.
«Es que no me quiero ir, yo no más me hice pipí, dile a mi hija que yo no he hecho nada malo, si quiere yo lavo mi ropa, yo nada más me hice pipí, yo no hice nada malo», le dijo la señora.
El joven subió las cosas de la señora a la cajuela y la ayudó a levantarse, por lo que se dio cuenta que tenía la ropa mojada, por lo que le puso en el asiento una toalla que traía del gimnasio para que se sentara.
Cuenta el conductor que en el momento que inician el viaje, la señora bajó el vidrio y por la ventana le echó la bendición a la casa, para luego contarle lo ocurrido. Resulta que su yerno se enojó por que se hizo pipí en la ropa, ya que es una persona adulta y sufre de incontinencia.
«El yerno le empezó a gritar y le dijo ‘ya no te soporto, ya no te quiero en mi casa, vete de aquí’ y su hija no la defendió, ‘pero ahora sí te voy a mandar a un lugar donde vas a estar a gusto pero yo voy a estar más a gusto sin ti’ le dijo, mientras la hija no más se quedaba viendo y no decía nada, el yerno le gritaba que no servía para nada, que era un estorbo y una cochina por hacerse pipí en la ropa, pero la señora ya está enferma, ella tiene incontinencia», comentó el conductor.
Contó también, que la abuelita se había levantado desde las 05:00 horas y como es costumbre, se puso a hacer el desayuno a sus nietas y el lonche a su yerno para que se llevara al trabajo, momento en el que pasó el incidente y se hizo pipí, por lo que cuando su yerno se dio cuenta le empezó a gritar groserías.
«Qué pu*o asco, ya me tienes cansado, lo único que me das es asco», le gritaba el hombre.
Momento en que bajó la hija de la mujer para ver lo que pasaba, y el esposo comenzó a quejarse de la señora, ella sólo se quedaba callada, sin defender a su madre.
Contó que el yerno se puso a hacer llamadas hasta que voltea y le dice a la abuelita: «ya está, ya lo arreglé, te vas a ir a un lugar donde vas a estar muy feliz, pero yo voy a estar más feliz que tú», y empezó a echar las cosas de la la mujer en bolsas negras mientras ella sólo se le quedaba viendo sin saber qué estaba pasando, y la hija se sentó y se puso a ver la tele, haciendo la que no escuchaba.
Cerca de las 09:00 horas el hombre tomó de la mano a la señora y la llevó hasta la banqueta, le dijo que se sentara y que en un momento llegarían por ella, pero, la alerta le llegó ya hasta las 10 de la mañana, aseguró el conductor.
«Me dice la viejita ‘mi hija no era así, pero como ya vendí todas mis propiedades y les repartí el dinero a mis hijos de una vez, desde entonces cambió mi hija y la verdad que la desconozco, con decirte que yo hice el desayuno y ni siquiera me ofrecieron de desayunar y ando en ayunas’, me acordé que yo traía mi tortita y se la dí», dijo el joven.
Cuando llegó al destino, el conductor se dio cuenta de que era un asilo, lo que le partió el corazón, pues ya la estaban esperando.
«Pues muchas gracias muchacho por escucharme y por la torta, ni siquiera se acordaron que hoy era mi cumpleaños», le dijo la mujer al despedirse.
El joven finalizó su video diciendo que el consuelo que le queda es que en ese lugar ya no la van a estar haciendo sufrir y pidió a los usuarios de la red social de videos no ser malagradecidos, ya que todos vamos a llegar a viejos.