Sin cirugía plástica, sin silicona… nada, solo una obra maestra de Dios.
En una carrera que abarca más de seis décadas, la enigmática Claudia Cardinale iluminó la pantalla con su impresionante presencia.
Sin planear convertirse en una de las grandes actrices de la era dorada, Cardinale siguió el camino hacia la fama, que a menudo estuvo marcado por el trauma.
Sobreviviendo a los gigantes de Hollywood ya fallecidos con los que alguna vez compartió la pantalla, y aún en plena forma a los 85 años, dice: “El cine me salvó la vida”.
Como actriz icónica, Claudia Cardinale ha dejado una marca indeleble en el cine italiano e internacional. Su talento, belleza y versatilidad le permitieron interpretar una amplia gama de personajes complejos y memorables a lo largo de su carrera.
El estatus icónico de Cardinale como estrella internacional de cine se debe no solo a su talento, sino también a su distintiva belleza mediterránea y su capacidad para cautivar al público con su carismática presencia en la pantalla.
Y lo más impresionante es que esta actriz de 85 años sigue en plena forma y sigue siendo activa en la industria cinematográfica.
La italiana nacida en Túnez, que creció en una familia multilingüe, estaba estudiando para ser maestra cuando la descubrieron a los 18 años.
La joven de cabello brillante que hablaba francés fue atraída por el fasto de un festival de cine italiano cuando la sacaron de la multitud y la coronaron como la Chica Italiana Más Hermosa en Túnez.
“Estaba ayudando a mi madre y a personas del gobierno italiano a organizar un festival de cine italiano en Túnez. Estaba mirando a las chicas en el escenario y no se suponía que estuviera allí. Alguien me empujó al escenario y me nombraron la Chica Más Hermosa de Túnez”, dijo.
El premio fue un viaje al festival de cine de Venecia, una aventura premonitoria para la joven, que recibió muchas ofertas de productores.
Inicialmente rechazando las ofertas, Cardinale explicó en una entrevista: “Es como un hombre. Cuando te persigue, si dices que sí de inmediato, después de un tiempo se va. Si dices que no, te desea por mucho tiempo”.
La razón por la que rechazó la mayoría de las ofertas fue porque estaba embarazada.
Pero había un productor al que no podía rechazar. Franco Cristaldi, un destacado productor italiano, acreditado con películas desde la década de 1950 hasta la de 1990, captó el interés de la joven Cardinale y la firmó bajo un contrato de 18 años.
También hubo un contrato personal, la pareja se casó y Cristaldi, esculpiéndola como una Brigitte Bardot italiana, tomó el control total, dictando sus roles en películas, peinado, peso y vida social.
El embarazo, demandó Cristaldi, debía mantenerse en secreto.
Claudia Cardinale tuvo una vida llena de éxitos y traumas.
Es genial ver que está empoderando a otras mujeres con su historia, y esperamos que continúe con buena salud. ¿Cuál es tu película favorita de Cardinale?