A mis 40 años, acabo de tener una revelación sobre la rejilla del horno que nunca me imaginé. Antes, solo la había usado como soporte para moldes para hornear o masas, asumiendo que ese era su único propósito. Sin embargo, he descubierto que su versatilidad va mucho más allá.
Resulta que esta rejilla puede ser una alternativa a la tostadora. Experimenté con pan blanco para tostar. ¡Colocando una bandeja para hornear justo debajo de la rejilla y pasando las rebanadas de pan por las barras de la rejilla, logré un tostado perfecto en unos 20 minutos!
La rejilla también resulta ideal para asar verduras directamente sobre ella, con piel y todo. Desde patatas hasta pimientos morrones, tomates y berenjenas se pueden hornear sin esfuerzo en la rejilla.
¿Tienes antojo de un kebab de carne con brochetas? No hay problema. Ensarta la carne y colócala en la parrilla sobre la rejilla para obtener unos deliciosos kebabs. Solo recuerda colocar una bandeja de goteo debajo para recoger cualquier jugo o grasa. Este método permite hacer kebabs en cualquier momento, sin importar el clima.
La rejilla del horno también juega un papel fundamental en la preparación de bocadillos como los tacos, un básico de la cocina mexicana. Simplemente corta círculos de tortillas de harina regulares, colócalas sobre la rejilla y después de unos 15 minutos en el horno, tendrás las cáscaras de taco perfectas.
Yo normalmente las relleno con una mezcla de carne molida frita, cebollas, pasta de tomate, pimienta (elige tu nivel de picante) y maíz, coronadas con queso. Hay innumerables opciones de relleno para todos los gustos.
Para un plato principal, a menudo aso pollo en una bolsa o molde, pero la rejilla ofrece un método más simple. Cuelga directamente sobre la rejilla los muslos de pollo, sazonados o marinados a tu gusto.
No olvides colocar una bandeja con guarniciones debajo, idealmente con papas, que absorberán la deliciosa grasa del pollo, dando como resultado un acompañamiento apetitoso.