En años recientes, México ha incrementado sus emisiones de CO2 de manera importante, alertaron dos órganos especializados en el medio ambiente de la UNAM.
El año 2024 fue el más cálido para el planeta desde que se tiene registro, y particularmente en México, fue el más caluroso desde 1880, según la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con el Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC), el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICACC) de la UNAM, además de que 2024 fue el año más cálido en México, también se presentó una anomalía de la temperatura promedio de 2.14 ºC, con respecto a 1900-1930, superando al 2017 con un margen importante de casi 0.4 ºC.
Con los resultados obtenidos en la Conferencia de las Partes 29 en Bakú, Azerbaiyán, la meta de limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 ºC resulta inviable y lo mismo ocurrirá con el objetivo de no rebasar el umbral de 2 ºC durante este siglo si los países no adoptan de manera inmediata acciones decisivas en mitigación, de acuerdo con un comunicado de la UNAM.
De acuerdo con los principales centros de información climática del mundo, se revela que el 2024 fue, con un amplio margen, el año más cálido para el planeta, al menos desde que se toman mediciones de la temperatura.
La temperatura en 2024 a nivel global
El pasado viernes 10 de enero de 2025 los principales centros de información climática del mundo presentaron sus análisis sobre la temperatura anual promedio registrada en el año 2024. En ellos se revela que el 2024 fue, con un amplio margen, el año más cálido para el planeta desde que se tienen registros confiables de la temperatura (1850). Más aún, fue el primer año en el que la mayoría de las bases de datos observacionales indican que anomalía de la temperatura global rebasó temporalmente el umbral de 1.5ºC, con un valor promedio de 1.55ºC por encima de periodo preindustrial.
Este récord, con distintas intensidades, se observó en México y en otros 103 países del mundo, que tuvieron las temperaturas promedio anuales más altas de la historia; lo cual se traduce en que alrededor del 40% de la población global (3 mil 300 millones de personas) experimentaron el año más cálido en el lugar que habitan, incluyendo dos terceras partes de la población de China, un tercio de la de Estados Unidos, así como la mayor parte de la población de México, Brasil, Nigeria y Etiopía.
El Acuerdo de París tiene como objetivos que el incremento en la temperatura global no rebase los 2ºC durante este siglo y que se evite que el calentamiento supere los 1.5ºC. Estos objetivos se refieren a valores climatológicos, lo que significa que el valor de la tendencia esté por arriba de dichos umbrales y no sólo una o dos observaciones. En este sentido hasta ahora no hemos rebasado el umbral de 1.5ºC del Acuerdo de París, pero las observaciones en 2024 y 2023 nos indican claramente que nos encontramos muy cerca de hacerlo.
Estimaciones recientes indican que formalmente el umbral de 1.5ºC podría ser rebasado a finales de esta década y el de 2ºC en la década del 2050.
En la base de datos GISSTEMP v4 de la NASA, la variación de la temperatura en 2024 con respecto al periodo de referencia 1900-1930 fue de 1.57ºC, mientras que el aumento en el valor de la tendencia en dicho año es de 1.40ºC.
Este aumento, de acuerdo con numerosos estudios internacionales y varios realizados por académicos de la UNAM, se debe casi en su totalidad a la influencia antropogénica con el sistema clima. Por ello, el cambio en las actividades humanas que afectan al planeta, realizado de manera global y concertada, es la única forma a nuestro alcance para frenar este fenómeno.
A pesar de que los impactos del cambio climático en los sistemas naturales y humanos son cada vez más evidentes, los avances en política climática en todas las escalas son muy pequeños e incluso hay retrocesos. El Informe sobre la Brecha de Emisiones 2024 de Naciones Unidas advierte que si los países no incrementan sus ambiciones de reducción de emisiones y las cumplen rápidamente será imposible mantenerse por debajo de los 2ºC durante este siglo.
Con los pobres resultados obtenidos en la Conferencia de las Partes 29 en Bakú Azerbaiyán, la meta de no rebasar el 1.5ºC de aumento en la temperatura global es prácticamente imposible de lograrse y lo mismo podría ocurrir con el objetivo de no rebasar el umbral de 2ºC durante este siglo. Adicionalmente, se estima que de manera directa el segundo periodo del presidente Donald Trump en Estados Unidos podría significar un aumento de 4 mil millones de toneladas de CO2eq para el año 2030, lo que equivale a las emisiones de los 140 países que menos emiten.
Análisis de las temperaturas para México
En el caso de México, el valor de la tendencia en 2024 es de 1.79ºC y su tasa de calentamiento desde 1975 ha sido de 3.2ºC por siglo, considerablemente mayor que el promedio global que es cercana a los 2ºC por siglo. Gracias a los estudios realizados en nuestro país, sabemos que el calentamiento observado durante el periodo 1975-2024 es espacialmente muy heterogéneo siendo que en el norte y el sureste de México las tasas de incremento son mucho mayores, rebasando más de 5.0ºC por siglo en algunas zonas.
Una tasa alta indica que el calentamiento está ocurriendo más rápido de lo que los ecosistemas y las comunidades humanas pueden adaptarse. Si las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global continúan una trayectoria similar a la actual, se espera que en el futuro cercano (2020-2040), la temperatura anual promedio en México se incremente en 1.9ºC, mientras que para mediados (2041-2060) y finales del siglo (2081-2100) el aumento en la temperatura alcanzaría los 2.9ºC y 5.3ºC, respectivamente.
Los países con tasas de calentamiento superiores al promedio y con menor desarrollo socioeconómico, mayor desigualdad y deterioro ambiental, enfrentan desafíos más rápidos y graves, como disminución de recursos hídricos, impactos en la agricultura, en la seguridad alimentaria y en la salud, así como mayor frecuencia de eventos extremos. Por ello requerimos estrategias climáticas adaptativas más urgentes y específicas.
Un llamado a la acción basada en la ciencia
La ciencia nos ha permitido entender el alcance de esta crisis y ofrecer soluciones. Sin embargo, los avances en políticas climáticas han sido lentos y, en algunos casos, han retrocedido. El informe de la ONU sobre la brecha de emisiones deja claro que, sin un aumento drástico en las ambiciones y cumplimiento de compromisos climáticos, será imposible limitar el calentamiento global por debajo de los 2°C este siglo.
En años recientes México ha incrementado sus emisiones de CO2 de manera importante y no tiene avances ni políticas consistentes en reducción de la vulnerabilidad y en medidas de adaptación al cambio climático.
Desde el PINCC y el ICACC, reafirmaron su compromiso de seguir generando información científica robusta y accesible que permita a la sociedad y los tomadores de decisiones enfrentar este desafío.
“Solo la acción social masiva, con programas de gobierno que incluyan de manera específica y multiescalar la reducción riesgos, la adaptación al cambio climático y cambios en las formas de producción, consumo, generación y tratamiento de desechos, conservación y restauración de ecosistemas y la biodiversidad, el abatimiento de la contaminación ambiental, como parte inseparable de un bienestar común, puede ser la respuesta. Los datos están ahí; ahora es momento de actuar“, concluye el documento.