La atención mediática nunca ha estado lejos de Melania Trump, y durante la reciente toma de posesión de su esposo, Donald Trump, como el 47.º presidente de Estados Unidos, su elección de vestimenta volvió a ocupar los titulares. El lunes 20 de enero, la pareja participó en las ceremonias que marcaron el inicio del segundo mandato presidencial de Trump, un evento cargado de simbolismo y estilo que Melania aprovechó para enviar un mensaje con su atuendo.
Mientras Donald Trump juraba su cargo en el interior de la Rotonda del Capitolio debido al clima inusualmente frío, Melania se convirtió en el foco de las cámaras. Su sombrero de ala ancha, diseñado por Eric Javits, y su impecable abrigo azul marino diseñado por Adam Lippes, marcaron un estilismo que rápidamente se volvió viral en las redes sociales. Este look no solo destacaba por su elegancia, sino también por los comentarios y análisis que generó.
Expertos en moda y lenguaje corporal se detuvieron a interpretar lo que Melania podría haber querido transmitir. Según la experta Judi James, su vestimenta proyectaba una mezcla de autoridad y seguridad. “El sombrero tenía un diseño que imponía respeto, y su porte denotaba confianza relajada”, comentó James. Aunque su rostro permanecía parcialmente oculto bajo el ala del sombrero, su sonrisa era descrita como segura y cálida, un contraste notable con las expresiones más neutrales que había mostrado en eventos previos.
Sin embargo, las opiniones sobre su look no fueron unánimes. En redes sociales, muchos usuarios no dudaron en burlarse de su elección de sombrero, con comentarios que iban desde comparaciones con estilos de luto hasta sugerencias de que parecía más adecuada para un funeral que para una celebración presidencial. Estas críticas, aunque a menudo humorísticas, subrayaron el escrutinio constante al que Melania se enfrenta como figura pública.
A pesar de los comentarios polarizados, el sombrero no pasó desapercibido para el propio Donald Trump, quien incluso bromeó al respecto durante un discurso en el Salón de la Emancipación. Según Trump, el sombrero estuvo a punto de volar por los aires mientras posaban cerca de un helicóptero militar, un momento que describió con humor, destacando la atención que el accesorio había generado.
El impacto de Melania en el mundo de la moda siempre ha sido un tema de conversación, pero también ha estado marcado por la controversia. Durante el primer mandato presidencial de Trump, varios diseñadores, como Tom Ford y Marc Jacobs, se negaron públicamente a vestirla. En esta ocasión, aunque algunos creadores se mostraron más receptivos, otros prefirieron mantenerse al margen. Hervé Pierre, diseñador francés que ha trabajado con Melania en el pasado, señaló que colaborar con la exprimera dama le había traído consecuencias negativas, incluyendo experiencias desagradables en la industria.
El enfoque de Melania para este nuevo período en la Casa Blanca parece estar marcado por una mayor preparación. En declaraciones recientes, la exprimera dama destacó que su experiencia previa le ha dado herramientas para abordar esta etapa con mayor confianza y tranquilidad. Su hijo, Barron Trump, ahora estudiante universitario, no residirá en la Casa Blanca, pero Melania ha asegurado que siempre será bienvenido, reflejando su enfoque familiar incluso en un contexto de intensa vida pública.
Al final, el sombrero y el estilismo de Melania Trump en esta toma de posesión no solo marcaron tendencia, sino que también generaron conversaciones sobre moda, poder y percepción pública, consolidándola una vez más como una figura que sabe cómo captar la atención, para bien o para mal.
