Ciudad de México
Una de las pirámides más emblemáticas de México colapsó debido a las altas temperaturas y fuertes lluvias. El Basamento Sur, una de las estructuras principales de esta joya arqueológica, sufrió daños significativos, afectando al menos seis cuerpos escalonados de la pirámide.
Fue el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quien informó recientemente sobre el lamentable suceso que afecta de manera significativa al patrimonio cultural de México.
El pasado 29 de julio de 2024, una de las pirámides más importantes de la Zona Arqueológica de Ihuatzio, en Michoacán, sufrió un colapso parcial causado por las condiciones climáticas extremas.
Una parte importante de una gran pirámide de la Zona Arqueológica de Ihuatzio (México) se vino abajo a causa de las lluvias torrenciales. La pirámide fue construida sobre una plataforma por los antepasados del pueblo purépecha y esta datada en torno a 1.100 años. Algunas pic.twitter.com/yPnaKzvnmz
— Crónica de Arqueología (@ivandiazsm) August 19, 2024
El calor extremo, provocó grietas en la estructura, luego las intensas precipitaciones aceleraron el deterioro, lo que culminó en el trágico colapso.
¡No puede ser! ⛈️🚨 La pirámide de Ihuatzio, una de las joyas arqueológicas de México, ha sido afectada por las lluvias que se han registrado en todo el país.
— Excélsior (@Excelsior) August 22, 2024
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Ante esta situación, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ya se encuentra en el sitio evaluando los daños y ha activado el seguro que protege la zona arqueológica para iniciar los trabajos de restauración.
Por su parte, el titular del INAH en Michoacán, Marco Antonio Rodríguez Espinosa, informó que el costo estimado para la restauración de la pirámide será de aproximadamente 3 millones de pesos.
El instituto además, ha activado el seguro que protege esta zona arqueológica, con el fin de financiar los esfuerzos de recuperación.
La pirámide de Ihuatzio no solo es un tesoro histórico, sino también un testimonio del legado cultural de los purépechas. Su pérdida representa un golpe para la conservación del patrimonio prehispánico del país.
